Sí, probablemente si estas leyendo esto, en algún momento u otro de tu vida te han llamado friki. Ya sea porque te encanta todo lo relacionado con la tecnología, tengas un sable láser en tu casa, o las bolas de dragón (O todo a la vez), te habrán etiquetado como friki irremediablemente, más de una vez en tu vida.
Segun la RAE la definición de friki es
friki.
1. adj. coloq. Extravagante, raro o excéntrico.
2. com. coloq. Persona pintoresca y extravagante.
3. com. coloq. Persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.
Creo que puedo encajar en alguna definición de esas, pero me temo que esas personas que me llaman friki a mi, también lo suelen ser. «¡Menudo friki eres!» es una frase que normalmente suelen decirme, los que se pasan el fin de semana pegado a la tele viendo partidos de fútbol, con la camiseta de su equipo puesta, gritándole a la televisión que toquen más la bola, o berreando como desesperados cuando se marca un gol. Por no hablar de la tontería de salir a la calle como auténticos animales, metiéndose en fuentes porque un equipo ha ganado algún torneo y colapsando toda una ciudad.
Si estas personas no encajan en la tercera definición, que baje el monstruo del espagueti volador y lo vea. Son unos auténticos frikis del fútbol. Al decirles que son unos frikis del fútbol, suelen decir «pero eso es algo normal, no lo tuyo». Ah no sabia yo que tuvieras el poder de decidir lo que es normal o no.
Lo malo de estos frikis, es que parece que no usan la cabeza, y os explico el por que. Para ellos, el ser de un equipo de fútbol es lo más normal, y si de repente alguien decide cambiar a otro, es un chaquetero despreciado por todo el mundo. Esto no tiene lógica ninguna. Para ello hagamos una analogía: Fútbol Vs Teléfonos móviles.
Una persona al que le gusta el fútbol, es de un equipo, y dentro de ese equipo, seguramente haya algún jugador que le gusta más que los demás. Eso para alguien a quien le apasionan los móviles, podría ser similar, a que te guste una marca de móviles, y dentro de esa marca, te guste algún modelo en concreto. Ahora… ¿Qué pasa si la marca de móviles que tanto te gusta, deja de fabricar móviles en condiciones y hay unas alternativas mucho mejores? Siguiendo la lógica de los futboleros, si te pasas a otra marca de móvil, serás un paria, un renegado, y tendrás que aguantar burlas durante toda tu vida. ¿A alguien le ha pasado esto por cambiar un Samsung por un Sony por ej.? Por supuesto que no, y dudo mucho que a nadie le vaya a pasar. Yo desde que tengo teléfono móvil, me encantaban los Nokia, eran duros de pelar, funcionaban de lujo, y estaban bien diseñados. Pero desde hace unos años, Nokia se fue al traste, se quedó atrás en la guerra de los smart-phones, y dudé segundo y medio en cambiarlo por un Android (HTC Desire) que funcionaba de maravilla. Creo que ya empezáis a ver por donde voy. Si un equipo de fútbol empieza a ir fatal, a perder todos los partidos, sus jugadores no saben ni correr, o incluso bajan a segunda división, está claro, que lo lógico, sería buscarse un equipo que juegue mejor, y que pueda cubrir tus expectativas. Pero noooo, si haces eso prepárate para que te lluevan hostias de toda la gente de tu alrededor por chaquetero. ¿EN SERIO? ¡En que puñetera cabeza entra que aún te guste un equipo que no sabe ni atarse los cordones de las botas, y te aburre y decepciona cada vez que ves un partido!
También nos echan en cara la cantidad de dinero que nos gastamos en nuestras aficiones, ya sean cómics, merchandising, gadgets o cualquier otra cosa, mientras que ellos año tras año se compran una camiseta que vale un pastizal, pagan una suscripción mensual para ver todos los partidos de la liga, y ya mejor ni hablar de lo que puede valer, ir al estadio en un partido importante.
Por eso mismo, discutir con esta gente que te llama friki, es como darse de cabezazos contra una pared, porque la única neurona que tienen, la usan para gritar, cuando están viendo a 22 tíos en pantalón corto pegar patadas a una pelota para meterla dentro de una red.
Por eso, cada vez que os llamen friki, la contestación debería ser: ¡Y a mucha honra! Aunque no tanto como tú. Y acabar ahí la conversación, que discutir contra una pared, solo hace que acabes con dolor de cabeza.