¿Sobresalientes para qué?

Desde que tengo memoria, todo el mundo siempre me ha considerado un buen estudiante, y aprobaba con bastante facilidad. Pero a la vez que decían que era un buen estudiante, me decían que podía dar mucho más de mi mismo. Y tampoco les quito la razón. Con estudiar unos pocos días antes de los exámenes me valía para sacar notables, así que si le hubiese dedicado más tiempo probablemente habría sido un estudiante de sobresaliente.

Por supuesto, esto no fue justamente así cuando llegué a la universidad. El calculo avanzado, la estadística y todo lo relacionado con ondas, se me daba como el culo, y me costó Dios y ayuda aprobarlo. Sin embargo todo lo relacionado con programación lo aprobé a la primera, y con buena nota casi sin esforzarme.

¿Sobresaliente para qué?

¿Sobresaliente para qué?

Con el tiempo me he dado cuenta de una cosa básica para mi, y que justifica mi forma de ser mientras estudiaba. Las notas no me valían absolutamente de nada. Me daba lo mismo sacar un suficiente pelado, que una matricula de honor, al fin y al cabo, era solo un numerito que no tenía ninguna utilidad, siempre y cuando fuera de un 5 para arriba. Esa nota me hacía avanzar al siguiente nivel, era lo único importante.

Y desde hace unos años llevo viendo el porque de esta desgana (Por decirlo de alguna manera). Lo que de verdad es valioso para mi, es el conocimiento en si mismo, y no el número que ese conocimiento me daba en un examen. Por supuesto no todo el conocimiento tenía en mi el mismo grado de interés: No era lo mismo un aburrido análisis sintáctico, que aprender código binario. Uno era más aburrido que ver un pez en un acuario, y el otro me hizo plantearme como demonios, unos y ceros, después podían transformarse en imágenes, sonidos, texto, etc… y querer ser yo el que dirigiese ese código para hacer lo que yo quería.

Sinceramente, a día de hoy, creo que no hay nada que me motive más, que aprender algo nuevo relacionado con lo que me gusta. Cuando me pongo a aprender alguna nueva tecnología, me puedo tirar horas delante de un PC, sin ni siquiera darme cuenta de que se me ha olvidado cenar ese día.

Con este post, lo único que quiero transmitir es mi punto de vista, sobre la presión de sacar buenas notas que hay sobre los estudiantes. Todos los padres quieren que sus hijos sean los que tengan las mejores notas de clase, que se esfuercen todo lo que puedan en sus estudios, pero esto desde mi punto de vista es un error. El objetivo sería conseguir que ese conocimiento sea lo realmente valioso, como para que genere interés, y no sea un mero trámite para pasar al siguiente nivel. Buscad que os interesa, y aprended todo lo que podáis de ello, por el simple hecho de aprenderlo. Si vais por ese camino, tendréis un sobresaliente para vosotros mismos, que al final, es lo único que termina importando.

 

Sufre usted de titulitis aguda

titulitis

Hasta hace no mucho, había algo que me reconcomía por dentro desde hacía bastantes años: Terminar de una vez por todas la carrera universitaria.

En 2001 (La leche, que lejos está eso ya), empecé la carrera de ingeniería técnica de telecomunicaciones especialidad telemática, o como prácticamente poníamos en todos los exámenes: ITTT

Entre en esa carrera, porqué no podía decidirme entre hacer telecomunicaciones puras, o informática pura y dura. Siempre me gustó todo lo relacionado con Internet, la programación, las redes de datos, sistemas informáticos, etc… y ninguna de las dos carreras parecía adaptarse demasiado bien a lo que quería, aparte de que por ese entonces eran de 5 años, y sinceramente no me apetecía tirarme más de 5 años para acabarla (Si, MÁS de 5 años. El que se crea que una ingeniería de ese estilo es para sacarla a curso por año es que se ha fumado un poco de césped transgénico), para después solo tener un papel que ponía que había estado estudiando una carrera universitaria.

Así que viendo el panorama tiré por el camino de en medio: Telemática. Para los que ni les suene, es una mezcla de informática, con telecomunicaciones. Incluye mucha programación, pero también mucho de configuración de sistemas, y sobretodo, de redes y sus protocolos (O lo que viene a ser lo mismo: Internet). Es una carrera técnica de 3 años, y aunque incluye muchas asignaturas que no vienen a cuento, si que era lo que mejor se adaptaba a lo que quería. Por ese entonces Google estaba empezando a desplegar todo su potencial, y el uso de Internet generalizado estaba a punto de explotar de forma descontrolada, para beneficio de todos. Así que telématica era una opción muy muy buena para estudiar.

Cuando me quedaba una asignatura (Maldita Tratamiento Digital de la información y el profesor que la impartía, ojala se pudran en la falla más profunda que exista en la Tierra), un crédito de libre elección, y el proyecto de fin de carrera, me puse a currar de programador para poder ganar algo de dinero y llenar todo ese tiempo libre que tenía.

Por motivos personales que no vienen al caso, empecé a necesitar dinero más urgentemente de lo que pensé en un principio cuando entré a trabajar, y ya no pude darme un tiempo de descanso para ponerme con el proyecto de fin de carrera, o aprobar ese crédito sin sentido de libre elección (La asignatura me la aprobaron en compensatoria. Después de que en un examen, el cabr***** del profesor se negara a reconocer que tenia un ejercicio bien, no volví a estudiar para esa asignatura y me la aprobaron por mi cara bonita), y al final la carrera quedó aparcada por un tiempo indefinido.

Pero hace un año empece a tener todo el tiempo del mundo libre (Ya os imagináis el porqué…), y me acordé de que tenia la carrera sin terminar. A estas alturas ya pensé que con cambios de planes y leyes de educación, el poder terminarla sería menos que imposible. Pero al preguntar, me dijeron que tenía hasta Octubre de 2015 para terminarla. En resumen: El crédito de libre elección me lo saque a base de charlas insulsas (Ni de coña me iba a meter de nuevo a ninguna clase) y el proyecto de fin de carrera salió de una parte de mi trabajo. Así que en menos que canta un gallo, ya tenía un papel donde ponía que yo era muy listo y había acabado una carrera universitaria.

Y después de toda esta explicación trascendental de por qué estudié lo que estudié e hice lo que hice, es hora de explicaros la raíz de este post: Durante todos esos años que tuve la carrera aparcada, estuve trabajando sin ningún problema, y además teniendo un sueldo medio decente, sin ni siquiera tener un título. Eso sí, en cada entrevista me preguntaban lo mismo una y otra vez: ¿Y por qué no tienes el título? Acabé bastante harto de tener que responder esa pregunta la verdad, pero aun así, en todos los sitios donde he trabajado, no fue ningún problema, ya que rendía exactamente igual que todos los demás.

Sin embargo, otras empresas llegado a ese punto se ponían tontas, y dijeron que no podían contratarme porque no tenía el título. WTF!!!!! ¿Pero es que no ves que tengo más experiencia que todos los trabajadores que tienes juntos? Y encima me gusta aprender cosas nuevas por lo cual, no iba a ser un maniquí que solo tira código sin sentido.

La manía de las empresas de exigir un papelito donde pone que eres muy listo y has acabado una carrera me parece completamente absurda. Ahora mismo ese título si tuviera que darle una utilidad real, sería la de ponerlo debajo de una planta para que absorba un poco de agua al regarla. O incluso como papel higiénico sería mucho más útil, que de cara a una empresa.

¿Acaso un papel te hace más listo, que una persona que lleva casi 10 años trabajando en lo que estás pidiendo? Y en el caso de no tenerlo, tener los huevos a creerse con razón para querer pagarte menos de lo que deberían.

A este síndrome se le puede denominar perfectamente como síndrome de titulitis aguda. Y no se dan cuenta de que es una enfermedad que puede costar muy caro a una empresa. Dejar pasar a un buen trabajador (Sea del sector que sea) con años de experiencia a sus espaldas, solo por no tener un papelito, es como dispararse un tiro en el pie.

Por suerte en casi todas las empresas en las que he trabajado, el título no era un impedimento para poder hacer mi trabajo, y a veces, sacar las castañas del fuego a esos higinieros que casi se estampan en una camiseta, su querido título universitario.

Queridos empresarios: Exigir un título universitario para contratar a alguien que cumple de sobra todos los demás requisitos, es ser un autentico dinosaurio, que sigue creyendo que por llevar una corbata va a ser la ostia, aunque luego el trabajo que saque sea un zurullo con patas.

Lo cierto es que si no fuera por mis circunstancias de hace un año, ni siquiera me habría planteado acabar la carrera, ya que me resultaba del todo innecesario, y una pérdida de tiempo absoluta, que solo hubiera hecho, que no aprendiese otras cosas que realmente me interesan.

Solo puedo ver bien el exigir el título en un momento: Cuando opositas a un cargo público. En unas oposiciones se busca lo mejor de lo mejor (O eso quiere creer), y las condiciones que se imponen para ello deberían ser lo suficientemente duras, como para haber pasado por el calvario de haber acabado una carrera universitaria completamente.

A estas alturas de la vida os puedo decir sinceramente, que si pudiera volver atrás en el tiempo, no volvería a entrar en una universidad, directamente me metería a un ciclo de grado superior en algún tipo de informática, para aprender justamente lo que quiero sin tener que aguantar demasiado relleno sin sentido, y que luego jamás te servirá de nada. Y una vez acabado esto, volverme auto-didacta en lo que realmente me gusta.

Por favor, no enseñéis este post a vuestros padres si estáis pensando si entrar en una universidad, ya que los míos por desgracia, también sufren de titulitis aguda, y han estado años dándome la brasa con que la terminase de una vez, cuando en realidad, no me hacía ninguna falta.