Hace poco estuve enfermo con fiebre, pero ni eso detiene a los familiares lusers de endosarme sus cacharros para que se los ponga en condiciones.
El primero que me pasaron fue un PC muy antiguo, del cual necesitaban el disco duro y lo que tenia dentro, que no habían sacado ellos porque les daba miedo abrir el ordenador. Claro, todos sabemos que cuando abres la caja, te salta un BOFHer que te rebana el pescuezo inmediatamente, animalicos… Total, este PC tenia tantos años, que el disco duro era de conexión ATA, y el dock para discos duros que tenia, no valdría, así que tocaba sacar los datos vía disco duro USB. Peeeeero, el ordenador no arrancaba, y no era porque estuviera jodido, sino porque simplemente el disco duro había palmado, ni arrancaba siquiera. Disco roto = Un problema menos. Ya no podía hacer nada, así que a darle el pésame al propietario y a otra cosa.
El otro ordenador que me pasaron estando con fiebre, por lo visto «iba lento y salia mucha publicidad». Para ponernos en situación, este ordenador lo había formateado, hacia un año aprox. y lo había dejado impoluto, con un antivirus funcionando en condiciones, actualizaciones automáticas, y lo necesario para que fuera como un tiro. Y lo peor de todo, es que era la 7ª vez por lo menos, que lo formateaba, así que tome una decisión: Esta sería por mis huevos la última vez que lo haría, hora de tomar cartas en el asunto. Según mi familiar decía que no había hecho nada, que había sido su retoño que se había bajado mierda. Aquí se me ocurrieron dos cosas:
- Fulminarme el precioso Windows que tenia, e instalarle Linux para que jamás volvieran a darme la lata con ese ordenador. A su vez le dejaría virtualizado un windows por si acaso necesitaban algún programa tonto, que lo requiriese si o si.
- Crear un usuario con 0 permisos para el retoño de mi familiar, y dejar un usuario administrador únicamente para este familiar, y que cada vez que tuviese que instalarse algo, al menos pasase por sus manos, y tener al menos un filtro antes de meter más mierda.
Os puedo asegurar que la primera opción era la que tenia en mente hasta que pude arrancar el PC. Al final no era para tanto, solo había un programa que mostraba publicidad según se arrancaba (No me atreví a mirar Internet explorer por si acaso…), y que también había cambiado la pagina de inicio de los navegadores. Total que con desinstalar este programita que escupía la publicidad, y un escaneado de malware rápido se acabo todo el problema. Pero claro, no quería que esto volviera de nuevo a mi, con la excusa de que va lento y blablabla. Así que viendo que no me apetecía formatear, opte por la segunda opción. Si, fui un poco nenaza y no tiré por el camino del adoctrinamiento puro y duro que habría sido la primera opción, pero al menos he conseguido evitar que ese ordenador vuelva a mi de nuevo por culpa de ese pequeño retoño.
Y todo esto, con casi 39 de fiebre, y con combos de ibuprofeno y paracetamol en el cuerpo. Si es que ni enfermo puede estar uno a salvo de lusers…